AL FONDO A LA… ― Sobre derechas de derecha y derechas de izquierda

¡Cuánta falta hace un instrumento político de clase que se torne en interlocutor alternativo a la oligarquía y sus facciones ante la tripolaridad global, y que parta las aguas de la pugna intraoligárquica para echar a andar un proyecto político de mayorías ―según un interés nacional interclasista, interétnico, autónomo y democrático― que separe del Estado al interés económico oligárquico

PROCEDER AL REVÉS ─ Sobre simulacros de rebelión y formas “amigables” de lucha

Las ideologías culturalistas cunden sólo porque están bien financiadas, y uno de sus mayores logros es esa legión de progresías administrativas del oenegismo para las que el bien supremo es la “moderación” política que se alcanza mediante la práctica hipócrita de la total tolerancia; misma que no equivale sino a la total indiferencia, porque si lo toleramos todo, entramos en el reino del acomodo y de la aceptación de los términos de dominación y hegemonía de los financistas de esta forma de vida.

A ESTO HEMOS LLEGADO ─ Sobre el estado actual de la política en mi país

A la ex izquierda la he llamado rosada. Y a la derecha suave de agenda progre y lucha contra la corrupción, la llamo derecha lila. Los límites porosos entre ambas han dado origen a una mezcla rosalila que define bien el tinte ideológico de sus “democráticos” miembros, alineados con el capital financiero global y con el dionisismo local.