UN MACABRO JUEGO DE PELOTA ─ O de cómo un país entero se convierte en estadio para espectáculos

La distraída ciudadanía no se percata de que la corrupción pública no es la causa de los problemas de su país, sino el efecto de un sistema económico corrupto que necesita de un Estado corrupto para funcionar. El medieval dios Arzú y el posmoderno dios Dionisio ―así como sus respectivas facciones oligárquicas― pactaron y peregrinaron…