¡Cuánta falta hace un instrumento político de clase que se torne en interlocutor alternativo a la oligarquía y sus facciones ante la tripolaridad global, y que parta las aguas de la pugna intraoligárquica para echar a andar un proyecto político de mayorías ―según un interés nacional interclasista, interétnico, autónomo y democrático― que separe del Estado al interés económico oligárquico