La animalada políticamente correcta y católicamente indignada se rasgó las vestiduras. Y el poder ejecutivo ―intervenido por los monos extranjeros― destituyó a un par de supuestos culpables y puso en su lugar a otros igual de ineptos. En aquel recodo de la jungla los monos extranjeros habían tomado el control de la sociedad. La tenían…