“Todo lo hicimos al revés; la burguesía financió a la prensa reaccionaria y la Revolución no tenía prensa. Pequeñas empresas periodísticas se enriquecieron al calor del ataque a la Revolución y ésta moría sin prensa. (…) La Revolución siempre respetó las libertades democráticas y se dejaba, en nombre de ellas, destruir por las clases económicamente poderosas…