En 1990 publiqué un epigrama que dice así: Absolutamente todo es cierto. Hasta la mentira. Ergo: la mentira no existe porque es cierta. Ergo: la mentira es verdad. Qué importa entonces que la verdad sea mentira. El relativismo que evidencia el epigrama pareciera agotarse en lo formal, en la mera expresión verbal sin contenido ni…