Mi buena y mi mala suerte con el BAM y con Dynamic Fitness ―El desenlace de estos dos entuertos

BAM

En mi artículo del miércoles 12 de mayo, titulado “Mi pura mala suerte”, denuncié que la oficina de Operaciones de Tarjetas de Débito del BAM me había hecho un cobro indebido. Pues bien, el lunes 17 me llamaron del banco indicándome que efectivamente yo tenía razón, que se había tratado de un error del sistema, que disculpara el hecho puesto que los sistemas informáticos están manejados por humanos, y que me restituirían el monto cobrado. Efectivamente, al poco rato me llegó el aviso de la acreditación correspondiente. Bien por el BAM, y muchas gracias. Aunque debo decir que mis indagaciones personales sobre el mencionado cobro me revelaron una barrera infranqueable entre la institución y sus usuarios, que sólo un artículo de prensa pudo derribar. El banco debería ponerle atención a esto porque no todos sus usuarios son columnistas de prensa. Que yo lo sea es ―para este caso― mi pura buena suerte.   

Dynamic Fitness

También denuncié en ese mismo artículo que el gimnasio Dynamic Fitness ofrece un servicio de piscina junto con una aplicación para que uno reserve el día, la hora y el número de carril que usará para nadar, pero que esto es una farsa porque la piscina está saturada de gente y es imposible ejercitarse en ella. Cuando quise cancelar mi inscripción, me cobraron una penalidad por no haber cumplido con las 12 mensualidades reglamentarias que aparecen en la letra pequeña del contrato. Y dije en mi artículo que lo que me parecía fraudulento era que vendieran el servicio de piscina sin decirle al cliente que la misma está saturada de nadadores. Pues bien, el mismo lunes 17 me llamó una chica del gimnasio para preguntarme cuál había sido mi problema, y le repetí lo que había publicado en el artículo. Me quejé de que había rótulos en cada carril indicando que en cada uno debían nadar 2 personas. Le dije que eso era imposible. Entonces ella me preguntó: “¿No le dijeron cuando se inscribió que ahora son 3 personas por carril?” Estupefacto le dije que no, que me enteré de que eran 2 hasta estar en la piscina. Entonces me dijo que ese había sido el error, que de ahora en adelante iban a tener más cuidado con la gente de la recepción para que informaran debidamente a los nuevos usuarios sobre esto, que disculpara la mala experiencia que había tenido con su empresa y que quedaban a las órdenes y con las puertas siempre abiertas para mí. Vaya cinismo. Arguyo: los carriles de esta piscina son más estrechos que los de una piscina olímpica. Es imposible que 2 (y mucho menos 3) personas naden en un mismo carril porque cada uno lo hace a diferente velocidad. Por lo tanto, el argumento usado para zafar bulto es sencillamente cínico de parte de quienes pusieron a esta chica a dorarme la píldora. Y concluyo: el servicio de piscina de Dynamic Fitness es sencillamente un fraude, una estafa, un engaño, un robo. Ni modo. Esto sí fue mi pura mala suerte.

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